Fotografía: Especial

 

Durante la apertura de su encuentro este lunes en el Khalifa International Stadium de Doha, las selecciones de Inglaterra e Irán protestaron contra la situación de derechos humanos y en apoyo a las libertades de las mujeres en Qatar, país anfitrión del mundial.

Inglaterra, quien resultara ganador de la contienda con un marcador de 6-2, se arrodilló antes del inicio del partido como parte de solarización contra el movimiento Black Lives Matter, nacido por el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de la policía.

Además que el capitán, Harry Kane demostró su desaprobación al racismo portando una cinta negra con el mensaje “No discrimination”.

Por su parte, la selección iraní protestó pacíficamente mientras sonaba el himno nacional de su país, los jugadores guardaron silencio por el asesinato de Mahsa Amini, joven de 22 años que en septiembre fue detenida y maltratada por la policía por no llevar bien puesto el velo.