Fotografía: Especial

 

El gobierno peruano decretó este martes un toque de queda en la zona andina de Puno, en el sur del país, debido a las violentas protestas contra la presidenta Dina Boluarte que han dejado 39 muertos, anunció el jefe de gabinete, Alberto Otárola.

«Se ha aprobado en el Consejo de ministros un decreto supremo que declara inmovilización social en Puno por el plazo de tres días, desde las 20 horas hasta las 4 de la mañana», anunció ante el pleno del Congreso.

Otárola manifestó que el gobierno no se opone a las protestas, pero que el Estado tiene la obligación de salvaguardar el orden público tras la actuación de “violentistas” financiados con dinero ilegal y del narcotráfico.

En la peor jornada de protestas por el número de víctimas, la Defensoría del Pueblo y el gobierno informaron además de 68 civiles y 75 policías heridos en Puno, muchos de ellos por balas.

Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso, una nueva Constitución y la liberación de Castillo, que cumple una prisión preventiva de 18 meses acusado de “rebelión” e incapacidad moral.