Fotografía: Especial

 

Uno de los eventos históricos más impactantes que se ha vivido en la capital hidalguense, Pachuca, ha sido la fuerte tromba que azotó un 24 de junio de 1949, lo que generó el desbordamiento del conocido Río de las Avenidas.

Según registros del Gobierno de México, del Centro Nacional de Prevención de Desastres y de cronistas de la ciudad, fue la falta de mantenimiento junto con el arrastre de materiales, lo que provocó una reducción de la capacidad de conducción y posteriormente su desbordamiento.

Los niveles del agua alcanzados fueron superiores a los 2 metros de altura, con daños en pérdidas humanas y varios desaparecidos.

La gran inundación, también conocida como la del día de San Juan, fue un trágico evento ocurrido aproximadamente a las 17:00 horas de ese verano.

Aquel día el cielo anunciaba lluvia que poco a poco se convirtió en una fuerte tromba, lo que provocó el desbordamiento del río que cruza toda la ciudad.

El agua ocasionó que por los canales fluviales naturales de la Cañada de San Buenaventura, atrás de la Hacienda de Loreto, descendieran en gran cantidad de líquido pluvial acompañada de lodos y piedras entre los cerros de San Cristóbal y la Magdalena, y se precipitó sobre el cauce del Río de la Avenidas, que presentaba una dimensión reducida.

Este sistema de tipo hidrometeorológico generó un dique en el que hoy se conoce como Mercado Juárez, lo que resultó en desbordamientos e inundaciones que arrasaron con todo a su paso: puestos ambulantes, comercios, vehículos e incluso, personas.

Los trabajos de recuperación demoraron más de un mes  entre pobladores y autoridades; el auxilio fue prestado por dos unidades de Cruz Roja Mexicana y las salas de hospitales insuficientes para la atención de víctimas.

Cabe mencionar que actualmente son poco claras las cifras de personas heridas y fallecidas por la tragedia.

En aquel momento una agencia de noticias reconocida a nivel nacional dio a conocer que las autoridades habían revelado el número de 67 muertes y más de 100 desapariciones.

Es importante resaltar que derivado del trabajo de preservación de archivo de la Fototeca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, es posible en la actualidad consultar materiales visuales que resguardan la memoria de aquella gran inundación, como son: soldados limpiando calles, gente transitando por avenidas cuando el nivel del agua lo permitió y destrozos en diversos establecimientos.

 

FMS