Fotografía: Israel Solares

 

Leticia Sánchez lleva 40 años cumpliendo con la tradición después de que su amiga Margarita le regalara la imagen, inclusive afirma que según dicta la tradición católica, después de los cuatro años los Niños Dios se tienen que meter a su nicho.

Contó que junto con su mamá siempre han presentado al Niño Dios en la iglesia, después celebran una comida.

“Antes lo vestíamos de santos y ahorita ha sido demasiado insistente la iglesia en decirnos que debe vestirse de blanco”, agregó.

La importancia que le da es que es milagroso y la fe que le tienen, ya que acostumbran a hablarle y pedirle su bendición.

En México es tradición vestir al Niño Dios en esta fecha, y una vez vestido se lleva a bendecir a los templos católicos; además también se pagan los tamales.