Fotografía: Especial

 

Con el inicio de las campañas electorales federales este 1 de marzo, comienza el blindaje electoral, una serie de medidas y acciones implementadas para garantizar la imparcialidad, transparencia y legalidad de los procesos electorales a través de fomentar una actuación justa por parte de la ciudadanía y el gobierno.

De esta manera, durante más de 90 días la población le dirá adiós a la propaganda y eventos públicos de los tres niveles de gobierno.

Aunado a ello, se realizará una vigilancia de los recursos públicos para evitar que se use con fines electorales, pero también se realizará una supervisión de la actuación de los funcionarios electorales.

Durante este lapso, los aparatos gubernamentales federal, estatal y municipal no podrán realizar la difusión de los logros alcanzados, ni tampoco se podrá hacer uso de redes oficiales de las instituciones para ello.

Si bien las y los servidores públicos podrán ejercer sus derechos político electorales, pero no podrán hacerlo mientras estén en funciones.

El objetivo del blindaje electoral radica en su papel fundamental para garantizar la legitimidad y la confianza en los resultados de las elecciones, pues se generan las condiciones necesarias para que la ciudadanía pueda ejercer su derecho al voto de manera libre y sin interferencias indebidas.