La inundación de 1949 en Pachuca
El viernes 24 de junio de 1949 –este año se cumplirán 70 años– la ciudad de Pachuca, fue víctima de la más terrible inundación registrada en su historia documentada. Poco después de las cinco de la tarde, un breve aguacero caía en el centro de la ciudad, típico en esa época del año, el que obligó a comerciantes y marchantes del centro de la ciudad a guarecerse dentro de algunos comercios y en el portal de la Constitución, sin que ello implicara mayor preocupación.
Sin embargo, al norte, en la región serrana, una terrible tromba había arrojado una gran cantidad de lluvia, la que se precipitó por las faldas de las montañas, hasta desembocar en el reducido y azolvado cauce del río de las avenidas, por donde corrió hasta llegar al puente construido a la altura del mercado Benito Juárez –hoy Miguel Hidalgo– donde lodo, piedras y toneladas de basura, taparon el cauce y lanzaron aquel torrente a las calles echando por tierra las construcciones laterales –inspección de Policía y Presidencia Municipal– para seguir por la calle de Hidalgo y otras arterias aledañas.
Al llegar al Portal de la Constitución, la corriente arrastro una docena de puestos semifijos y poco más de cuarenta personas que se habían refugiado en ese sitio, entre ellas varios alumnos de la Escuela Julián Villagrán, que recién habían salido de sus clases vespertinas, lo mismo sucedió al poniente donde las aguas arrasaron puestos y mercancías del mercado de la cuchilla donde cerca de treinta personas y alumnos de la referida escuela perdieron también la vida.
La corriente continuó su loca carrera por las calles de Hidalgo, causando estragos en varios comercios y viviendas, arrastrando vehículos y mercancías, al formar un cauce alterno al río de la Avenidas, lo que fue dejando a su paso destrucción y muerte. Aunque los números oficiales arrojaron un total de 67 personas fallecidas, el número aumentó considerablemente al conocerse las cifras de las personas desaparecidas
La cámara fotográfica captó en uno de los más dramáticos momentos de aquella calamidad lo acontecido en las calle de Hidalgo, frente al callejón de Santos Degollado, donde el agua alcanzó una altura de poco más de dos metros como puede apreciarse en esta placa, aunque hubo puntos de esta arteria donde el torrente superó los cuatro metros.
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SJA
