Fotografía: Nelly Téllez
La eliminación del intermediarismo en la aplicación de los programas era una acción necesaria para combatir la corrupción y demostrar con hechos a la ciudadanía que el cambio sexenal sí va enserio en este tema afirmó el delegado de los Programas para el Desarrollo en Hidalgo, Abraham Mendoza Zenteno.
Afirmó que se tomó esta decisión de implementar una forma diferente de operar los programas fue porque la burocracia al final termina siendo la arena de lucha en algunas ocasiones de la ideología y de otro tipo de intereses y acciones discrecionales, por ello se cambió la forma de trabajo, la cual en un inicio le costó a los trabajadores comprender.
“Lo que ocurre es que no es una entrega-recepción o un cambio sexenal como los que conocíamos a donde se le daba una maquillada a las cosas y todo seguía quedando igual, aquí estamos hablando de cambios profundos que se están llevando a cabo en lo que le llama la ingeniería administrativa” dijo.
Ante este escenario afirmó que hoy los apoyos ya no los definen las personas que están en la delegación, sino que se sigue un proceso diferente que consiste en estar primero inscritos en el Censo del Bienestar y en cumplir con las reglas de operación.
Después de esto las personas solicitan el apoyo, la base de datos va depurando la lista y asignando los apoyos, por lo que al final ya ni siquiera a nivel nacional existe el que una persona defina quién sí o quién no recibirá el beneficio.
Finalmente advirtió que si muchas personas cumplen con los requisitos, entonces se designan los apoyos mediante un sorteo y los que quedaron fuera serán apoyados el próximo año, y así sucesivamente, por ello indicó que a través de esto se logra una mejor operatividad, no intermediaros y tampoco se generan escenarios de corrupción.
SJA