Fotografía: Especial
Juanito Pistola y Comandante Chikitín eran los apodos que le habían dado al adolescente tamaulipeco que desde los 13 años se enfiló en el crimen organizado.
La historia de Juanito terminó el pasado martes cuando fue abatido en un enfrentamiento contra policías estatales en Nuevo Laredo Tamaulipas, derivado de que el grupo criminal al que pertenecía había atacado una unidad habitacional donde viven familiares de elementos del ejército.
Posterior al ataque, el grupo conocido como la Tropa del Infierno (brazo armado del Cartel del Noreste), al que pertenecía el adolescente, se disponía a emboscar a policías estatales, quienes repelieron la agresión y mataron a siete sicarios, entre ellos Juanito.
Las imágenes de los sicarios muertos circularon rápidamente en redes sociales, entre las que llamó más la atención de los internautas fue donde se presentaba un cuerpo que sostenía un arma, al cual le faltaba la cabeza, no sería hasta el miércoles por la noche cuando se supo que el cuerpo sin cabeza pertenecía presuntamente a Juanito.
Juanito Pistola se daría a conocer a la edad de 13 años, cuando presuntamente fue detenido por elementos estatales debido a sus participación en delitos cometidos por el crimen organizado, sin embargo fue puesto en libertad por su corta edad.
Hace unos meses se había dado a conocer un corrido sobre la vida de Juanito Pistola en donde se hace alusión al gusto que tenía el adolescente por las armas.
Extraoficialmente se sabe que, durante los inicios de la carrera delictiva del joven sicario, sus padres habrían sido abatidos por un grupo rival.
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