Fotografía: Especial
Invierte el Ayuntamiento de Tulancingo más de un millón 750 mil pesos de recursos propios, en la actualización del Atlas de Riesgos, el cual ya fue concluido y es revisado en este momento por el Centro de Prevención de desastres (CENAPRED), con la finalidad de constatar que ya está listo para ser aplicado en el momento de algún desastre o bien para facilitar la toma de decisiones en materia de planeación y desarrollo urbano.
Dicha actualización estuvo a cargo del Servicio Geológico Mexicano (SGM) y fue validado por la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), dependencias que aseguraron que este documento le permitirá al municipio definir las acciones programáticas y presupuestales enfocadas a guiar el desarrollo territorial hacia espacios ordenados y sustentables e incrementar capacidad de respuesta ante fenómenos naturales causados por sismos, inundaciones, tormentas derrumbes o hundimientos y definir zonas vulnerables ante éstos.
La actualización del 2018, se centró a los cambios que ha tenido la ciudad en la infraestructura de los ríos (grande, San Lorenzo y chico), los cuales fueron modificados en su capacidad hidráulica y al haber sido revestidos (con colocación de gaviones), el peligro de desbordamiento disminuye.
Cabe destacar que de acuerdo con esta última actualización las zonas que en un principio se tenían como puntos de riesgo ya han dejado de serlo, ejemplo: Felipe Ángeles, La Escondida, Rancho San Nicolás y Caltengo; mientras que las colonias Jardines del Sur, Los Sabinos así como confluencia del río Tulancingo con dren Colomer y La Argentina prevalecen como zonas de peligro, según el nuevo termino de inundación, mismo que aplica cuando la acumulación de agua rebasa un metro, ya que caso de presentarse en cantidad menor, sólo se denominan encharcamientos.
En más cambios generados en la actualización del Atlas de Riesgos, fueron descartadas zonas como el Magisterio, ya que con la colocación del dren Britania el nivel de escurrimiento de agua es menor.
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