Fotografía: Especial
Las autoridades militares, que controlan Myanmar desde el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, enviaron a la horca a un ex legislador del partido Aung San Suu Kyi, a un activista por la democracia y a otros dos presos políticos acusados de asesinato selectivo.
Entre los hombres asesinados se encuentra Phyo Zeya Thaw, un exdiputado del partido Liga Nacional por la Democracia de la líder derrocada Aung San Suu Kyi, también al escritor, activista por la democracia e históricomilitante demócrata Kyaw Min Yu, ambos acusados de terrorismo.
“Estas personas fueron juzgadas, declaradas culpables y sentenciadas por un tribunal militar sin derecho a apelación y, según informes, sin asistencia de un abogado, en violación del derecho internacional de los derechos humanos”, denunció Tom Andrews, representante de la ONU en Myanmar.
Sin embargo, la junta militar fue fuertemente criticada a nivel internacional luego de que anunciaron el mes pasado que pretendían retomar las ejecuciones, ya que la última ejecución en Myanmar había tenido lugar en 1988.
Por lo que Estados Unidos y la ONU condenaron los asesiantos, siento el organismo quien remarcara los estatutos por los que debería regirse el país al encontrarse bajo ley marcial.