Fotografía: Especial

 

La Casa Blanca acusó al gobernador de Texas, Greg Abbott, de poner en peligro vidas humanas después de que autobuses llenos de migrantes fueron dejados cerca de la casa de la vicepresidenta Kamala Harris en Washington, D.C., durante la tormenta invernal “Elliot”.

Se estima que entre 110 y 130 migrantes, muchos de ellos familias con niños, fueron subidos en autobuses por funcionarios de Texas sin ningún tipo de coordinación estatal ni local y simplemente fueron abandonados a su suerte.

Abbott no ha reconocido el traslado y su oficina no ha reivindicado la responsabilidad, aunque se sabe que Texas ha enviado en autobús a miles de inmigrantes a Washington, Nueva York y Chicago.

El gobernador ya había dicho antes que su estado estaba enviando deliberadamente a los inmigrantes a ciudades santuario, donde se disuade a las fuerzas del orden de deportar a los inmigrantes.