Cosas que fueron

A 150 años de la Creación del Estado de Hidalgo
–Primera de tres partes–

Hace 150 años concluida la vida del Segundo Imperio y restaurada la República el 15 de julio de 1867, se reanudaron las gestiones interrumpidas en 1861 para erigir a un nuevo Estado que llevaría el nombre del Padre de la Patria, gracias al esfuerzo de los entonces diputados al Congreso de la Unión, Manuel Fernando Soto, Antonino Tagle, Manuel T. Andrade, Cipriano Robert, Protasio Tagle, Gabriel Mancera, José Luis Revilla y Justino Fernández, todos representantes de los distritos norteños del Estado de México, que actualmente forman al Estado de Hidalgo.

Había concluida ya la etapa en que los ayuntamientos que deseaban formar parte de la nueva entidad, habían manifestado al Congreso de la Unión su resistencia para continuar como parte del Estado de México y había solicitado subsistiera la división que los agrupó dentro del Segundo Distrito Militar, periodo en el que lograron organizar los comicios para elegir a los diputados de sus distritos y en el que alcanzaron suficiencia presupuestaria, para vivir de manera autónoma.

También, tras la aprobación del Congreso del Estado de México –gobernado por don Cayetano Gómez Pérez ferviente impulsor de la creación del Estado de Hidalgo– se obtuvo la aprobación de su Congreso para segregar de su territorio a los ayuntamientos del norte, en una apretada votación, efectuada en sesión de la Legislatura Mexiquense el 30 de enero de 1868, requisito necesario para continuar los trabajos de creación de la nueva entidad.

Finalmente el Congreso de la Unión manifestaba haber recibido una lluvia de peticiones suscritas por los Ayuntamientos de: Actopan, Alfajayucan, El Arenal, Acaxochitlán, El Cardonal, Cuautepec, Atotonilco el Grande, Atotonilco el Chico, Tianguistengo, Mixquiahuala, Ixcuinquintlapilco, Itzmiquilpan, San Salvador, Santiago Tlachichilco, La Misión de Cerro Prieto, Mineral del Monte, Pachuca, Tulancingo, Singuilucan, Metepec, Huascasaloya, Tula, Chapantongo, Zempoala, Atitalaquia, Tlaxcoapan, Tezontepec de Aldama, Tetepango, Tepetitlán, Jacala, Pacula, Zimapán, Tasquillo, Tutotepec, Tenango, Huejutla, Zacualtipán, Xochicoatlán, Molango y Omitlán, a las que se agregaron las de Xala, Otumba y San Juan Teotihuacán, que finalmente no formaron parte del nuevo Estado.

De modo que todo estaba listo para que el Congreso Federal discutiera la creación de una nueva entidad que llevaría el nombre de Hidalgo.