Pachuca en 1857

 

A partir de esta fecha, y en obsequio a diversas peticiones de nuestros lectores, dedicaremos cada entrega quincenal, a reseñar una placa fotográfica antigua de Pachuca, en obsequio a quienes nos hacen el favor de leernos.

La primera corresponde también a la imagen más remota que se conoce de la ciudad, lograda por el húngaro Pal Rosti –nacido en Budapest, en 1830. Y llegado a México el 28 de julio de 1857 tras estudiar fotografía en Alemania y en Francia bajo la dirección de Gustave Le Gray–.

Rosti arribó a Pachuca a mediados de 1857 acompañado de todo su equipo fotográfico, operado con la técnica de “Colodión húmedo” inventada ocho años antes por Le Gray, en la que la imagen proyectada sobre un vidrio, permanecía con una solución húmeda durante todo el proceso de captación y revelado hasta secar completamente, de modo que el artista debería llevar consigo la cámara y con ella el laboratorio de revelado e impresión.

La imagen de Pachuca nos presenta a una ciudad de reducidas proporciones, pues se calcula que para ese año, su población seria de 8 o 9 mil habitantes, nótese que las faldas de los cerros de San Cristóbal y la Magdalena, no recibían aun al caserío de los hoy llamados “Barrios Altos” y solo destacan en el paisaje las construcciones de la capilla de la “Virgen de Jerusalén” levantada en la calle del Camino Viejo a Real de Arriba –hoy Galeana– y el edificio de la Parroquia de Asunción, provista de dos elevados campanarios, el primero construido en cuatro niveles, cuyos dos últimos cuerpos, alojaban sendas campanas por vano y al fondo una espigada torre sin campanas –que hoy existe amenazada de ruina– detrás del templo, pero hacia el sur puede observarse una enorme construcción de al menos cinco niveles, que todo indica fue el antiguo curato de la Parroquia.

Sobre este último edificio, expropiado por las leyes de Reforma en 1861, se desconoce la fecha en que haya sido demolido, aunque debió ocurrir entre 1870 y 1875, pasando indebidamente a manos de particulares –regularmente la expropiación debió obedecer a una causa de utilidad pública, como sucedió con los inmuebles del convento de San Francisco de Pachuca, convertidos en cárcel hospital, paseo enjardinado o parque etc.– lo que no sucedió en este caso y en el de las edificaciones que actualmente se encuentran en el atrio frontal de la parroquia.

El resto del caserío es pobre arquitectura salvo dos o tres casos excepción. Espero sus comentarios amable lector.

 

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SJA