Ivet Pasquel

El autismo, es un trastorno del neurodesarrollo, el cual se caracteriza por las alteraciones relacionadas con la comunicación,  la interacción social y  la presencia de conductas repetitivas, reveló Beatriz Angélica Jiménez, especialista del Hospital General de Pachuca.

Subrayó que el autismo se puede detectar desde edades muy tempranas, antes de que se cumplan los 3 años de edad, aunque aclaró que en algunas ocasiones no se identifican casos sino hasta que existen ciertas dificultades académicas que son estigmatizados con una discapacidad intelectual.

En México, uno de cada 115 menores de edad presenta autismo, lo que significa que alrededor del uno por ciento de los infantes en el país tiene esta patología. En el panorama mundial se estima que entre 3 y 6 infantes por cada mil presentan la enfermedad, cuya incidencia es mayor en el sector masculino.

Destacó que a través de los Centros de Salud Mental se detectan casos sospechosos, los cuales son canalizados al Hospital General de Pachuca donde se brinda un servicio de neuropediatría, que permite identificar y catalogar la enfermedad.

Resaltó que el autismo tiene varios niveles de celeridad, como son leve, moderado, severo, a partir de ahí, se decide el manejo de los pacientes ya que pueden ser canalizados al Centro de Rehabilitación Infantil en Hidalgo, pues deben recibir terapias cognitivas conductuales incluso tratamientos farmacológicos.

“Dependiendo de los síntomas que tengan es como detectamos el grado de celeridad, como puede ser la dificultad para socializar, para el contacto visual, auditivo, dificultad en el lenguaje  y comportamientos extraños”, explicó.

Detalló que un menor con esta condición puede tener trastornos de déficit de atención con hiperactividad o hipoactivos, así como estar irritables, frustrados,  presentar conductas de agresividad, trastornos de alimentación y déficit del sueño.

Además, informó que cerca del 70 por ciento de los autistas presentan una discapacidad intelectual.

Destacó que el Día del Orgullo Autista, se celebra como una manera de contrarrestar la discriminación que reciben  las personas autistas, tanto en temas laborales como en la sociedad en general, y concientizar sobre este trastorno y sus tratamientos.

 

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