TODO SUMA
Crear siempre ha sido una de mis pasiones, pensar en soluciones que tengan un impacto en la sociedad creo que es el deber de un empresario y es así como decidí emprender mi proyecto hace ya casi quince años. Creo firmemente que la empresa es un ente económico capaz de generar cambios en la sociedad y que así ha sido a lo largo de la historia, al final las empresas son agrupaciones de personas comprometidas y que buscan un fin en común, y las hay de todo, tecnología, alimentos, educación, comunicación, construcción, entretenimiento, de todo lo que nos rodea día a día, estamos inmersos en un mundo empresarial ya que compramos y vendemos productos y servicios creados por otras personas que encontraron un paradigma o una necesidad y la cubrieron a través del trabajo diario de planear, crear y entregar al mercado eso que cumplirá su deseo.
Pero qué pasa cuando estas empresas no solo se dedican a crear cosas, cuando realmente transforman su entorno y no solo me refiero a empresas como Apple, Uber o Spotify, me refiero a las empresas que aun cuando su emprendimiento sea en una industria “tradicional” se comprometen con lo que tienen que hacer y lo hacen de manera impecable, cuando entienden que el éxito de las empresas está en reconocer a todos los involucrados en el proceso, sí, al cliente pero también a sus colaboradores, a sus proveedores, a las autoridades y sobre todo a la comunidad en la que se desarrollan.
Es ahí donde se generan los verdaderos cambios sociales, a través de estos emprendimientos y por los que los gobiernos y la sociedad debemos de preocuparnos para generar un ecosistema emprendedor, donde cada vez más personas decidan aventarse y atreverse a poner su idea en marcha, claro con una idea clara y una guía que los lleve por un camino más definido.
Existen una infinidad de herramientas, de teorías y de textos que nos dan una guía clara para poder conducir las empresas hacia un camino exitoso, lamentablemente muchas veces no llegan a donde más se necesitan, a los emprendedores jóvenes de zonas donde el ecosistema emprendedor no ha alcanzado una madurez y es ahí donde, aunque se creen muchas empresas todos los días la mayoría fracasa por falta de capacitación, de experiencia o de consejos que los puedan ayudar a mantenerse a flote.
Cuando estamos emprendiendo nos surgen dudas, ¿Me asocio con mis amigos?, ¿Con mi familia? ¿Con un desconocido? o ¿Si mejor con nadie? ¿A quién contrato? ¿Qué aspectos legales debo revisar? ¿Qué hago si pasa esto o aquello? Es un mar de dudas y de miedos que muchas veces nos ahogamos y cuando no encontramos las respuestas preferimos huir y aunque no sea lo que queremos refugiarnos en un puesto en alguna compañía bajo la tranquilidad de un ingreso fijo.
Retarse y vencer el miedo es el primer paso de un emprendedor. Encontrar con quien platicarlo y que te entienda, te escuche y te ayude siempre es un alivio para el alma cuando tienes más dudas que certezas.
Agradezco la oportunidad de poder colaborar con AL DÍA y a partir de ahora les compartiré experiencias, herramientas, historias y todo lo que me encuentre en el camino para poder colaborar en que sus emprendimientos encuentren un apoyo y esta señal que muchas veces se nos pierde, si tienes alguna duda o quisieras saber más sobre algún tema por favor mándame un mail a [email protected] para saber qué te interesa y poderlo integrar en las siguientes columnas. Gracias por leerme y aquí estaremos para crear un nuevo modelo emprendedor en México.
SJA