Fotografía: Edén Torres 

El Carnaval de Calnali es una fiesta que combina la creencia de la población indígena que celebra el inicio del ciclo agrícola, con la visión de la población mestiza de festejar con alegría la vida sin olvidar el pasado.

Aunque es incierta la fecha de cuándo comenzó realmente esta tradición, los pobladores afirman que en un inicio las comunidades indígenas realizaban de manera ceremonial una fiesta para dar por inaugurado el ciclo agrícola, ofrendaban a la madre tierra para pedir por una buena cosecha con la danza de los matlachines, la cual realmente era una ceremonia especial.

Sin embargo, la población mestiza que se asentó en la cabecera mostró un gran interés por la festividad, adoptó las prácticas y las adecuó, pues la influencia de la religión católica advertía que esta fiesta pagana era sinónimo de que el diablo andaba suelto y no debía celebrarse, motivo por el cual la festividad comenzó a adquirir una esencia distinta; pero con elementos de los antepasados para mantener la memoria colectiva.

Los lugareños afirman que este carnaval no tiene una fijación por el diablo, que los cuernudos aunque tienen un aspecto agresivo, este representa el ciclo de la vida, la petición y el agradecimiento, que si bien con el paso del tiempo la danza de los matlachines olvidó algunos pasos y movimientos, este representa el pasado y da sentido de pertenencia, pues en ningún otro lugar existe una fiesta como la que se vive durante estos días previos a la cuaresma.

La tradición subsiste gracias a que más de dos mil pobladores de seis barrios no dejan morir esta tradición y que año con año incrementan las comparsas e integran a las nuevas generaciones para inculcar el amor a esta tradición e puedan innovar al diseñar carros alegóricos atractivos con elementos de la propia región.

Los personajes clásicos que no pueden faltar en este carnaval son el cuernudo, el comanche, el diablo, la bruja, el mono y los viejitos, quienes mediante comparsas de todos los tamaños bailan al ritmo de las bandas de viento mientras recorren las principales calles del municipio y lucen sus mejores trajes.

 

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