Fotografía: Especial

Más de 2.3 millones de hectáreas de bosques de la amazonía se perdieron en tan solo un año, informó el Proyecto de Monitoreo de la Amazona Andina.

De acuerdo con el estudio realizado por la organización,  la principal causa de la pérdida fue la deforestación  derivada de la tala inmoderada y la posterior quema de vegetación  para uso agrícola y ganadero del área.

De acuerdo con los comparativos, el 2020 se colocó como el tercer año con mayor pérdida de biodiversidad en la región amazónica durante las dos últimas décadas, lo que supone un impacto en extensión del doble del territorio de Puerto Rico.

Además de tala inmoderada y la quema intencional se registraron incendios forestales de gran magnitud provocados por la biomasa cálida originada de los primeros, así como la extensión de pastizales y la actividad ganadera.

De entre los nueve países monitoreados, Brasil registró la mayor pérdida con más de 1.5 millones de hectáreas, es decir más del 65% de las pérdidas se concentraron ahí, con un aumento de 13% en comparación con el año anterior.

Bolivia y Perú fueron otros dos países con un récord en devastación pues los incendios forestales arrasaron con gran parte de su territorio amazónico, devastando grades ecosistemas como el Chiquitano y Chaco.

La selva virgen de Peru localizada en Huánaco y pasco también fueron destruida en gran parte por las actividades ya mencionadas.

Los ecosistemas de Colombia  y Ecuador se vieron afectados principalmente por la actividad agrícola ya que los campesinos acostumbran a quemar los predios para sembrar los posteriormente, sin embargo esta actividad provoca que la tierra pierda propiedades para el desarrollo eficaz de los cultivos por lo que los campesinos se ven obligados a buscar nuevos terrenos al año siguiente para llevar a cabo esa actividad.