Fotografía: Especial

Durante el año y ocho meses que ha permanecido la pandemia en Hidalgo, se han sumado a diez pacientes más que son tratados en el Hospital General Dra. Columba Rivera Osorio, con cáncer de pulmón, informó Alejandro Arreola Morales, médico internista y neumólogo, adscrito a este hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Este 17 de noviembre se conmemora el Día Internacional del Cáncer de Pulmón que busca hacer conciencia sobre la importancia de la prevención para evitar que esta enfermedad continúe incrementando las cifras de muertes en México y el mundo.

El médico internista advirtió que el tabaquismo sigue siendo el principal factor para que se presente esta neoplasia.

«No existe un programa de prevención o detección oportuna como lo es con el cáncer de mama, el de próstata o el cervicouterino, porque es más fácil detectar con la autoexploración y la mastografía, a decirle al paciente que se haga una broncoscopia para hacerte una biopsia”, expuso.

Compartió que el cáncer pulmonar es, en muchas de las veces, asintomático y más de la tercera parte de los pacientes que empiezan con síntomas, es cuando ya tienen una zona con metástasis.

“Por lo que queremos fomentar es que no se tenga consumo de tabaco, porque es el factor número uno de riesgo y, ahora con la nueva moda de los dispositivos electrónicos, sigue siendo un factor agregado más para adquirir enfermedades como éstas», refirió.

Indicó que la detección oportuna es indispensable para que sea mayor la posibilidad de que un paciente sobreviva más tiempo con calidad de vida.

Reveló que el 90 por ciento de los pacientes que llegan a las instituciones médicas como son el Instituto Nacional de Cancerología, el de Nutrición o el Hospital Siglo XXI, llegan en una etapa avanzada, y solo el 5 por ciento, se les detecta en una etapa inicial en la que «es potencialmente curable».

Finalmente, explicó que cuando llegan a recibir un tratamiento en una etapa avanzada, solo el 15 por ciento de los pacientes pueden sobrevivir máximo cinco años, es decir, una y media personas por cada diez, sobreviven durante este tiempo.