¿Cómo estructurar la empresa?
Como ya platicamos en columnas anteriores, lo primero es tener claro qué vamos a hacer; a qué se va a dedicar la empresa, cuál será su función como parte de la sociedad. Ahora, es importante definir nuestra propuesta de valor.
¿Qué es la propuesta de valor? Es aquella promesa que haremos a nuestros clientes y que gracias a ella es que decidirán inclinarse por nuestra empresa sobre las demás.
¿Cómo la defino? Pues qué voy a asegurarme de establecer algo que toda la organización se comprometerá en siempre cumplir.
Dentro de la planeación estratégica de la empresa debemos establecer y tener clara la propuesta de valor. Y en función a cumplirla definir los valores que nos regirán. Al igual que la propuesta, estos valores tendrán que ser cumplidos a cabalidad para que la compañía funcione integralmente y sean claras las líneas a seguir. Líneas seguidas tanto por los directivos como por todos los colaboradores dentro de ella. Teniendo claros estos lineamientos por parte de todos será mucho mas sencillo que cuando cualquier persona dentro de la organización tenga que tomar alguna decisión sea bajo los parámetros y contestando estas preguntas ¿esta acción aporta y va en función a mi propuesta de valor?, ¿está dentro de los valores de la compañía?
Posteriormente, podremos establecer las grandes metas como compañía. Una de las metas básicas, que si bien como hemos visto no debe ser la número uno, es garantizar la rentabilidad y salud financiera de la empresa.
Y así consecutivamente cada gran meta a cumplir.
De cada meta podremos establecer los objetivos un poco más precisos, retadores y alcanzables. Por ejemplo, en seis meses llegar al punto de equilibrio; obtener en el primer año de operaciones una rentabilidad del 10%.
Estos objetivos serán definidos por cada uno de nosotros de a acuerdo a la etapa en la que esté nuestro proyecto, las capacidades que tengamos para cumplirlos y qué elementos tenemos.
Por último, definiremos acciones muy concretas para poder alcanzar los objetivos y por lo tanto las metas. Todas las acciones deben estar dentro del marco de los valores y cumpliendo nuestra promesa de valor.
Un ejemplo de acciones precisas podría ser visitar 3 clientes diarios.
Estas acciones ayudarán mucho porque nos servirán para medir qué tanto estamos haciendo día con día para que se pueda cumplir todo eso que aspiramos. No debemos de olvidar que hacer una empresa exitosa es labor de todos los días. Por ello, debemos tener claro el camino a seguir, poder medir las acciones que tomaremos y enfocarnos en lograrlo y nuevamente, alineándonos a nuestra filosofía y a nuestros valores.
ENCA