Fotografía: Especial 

 

Un equipo de científicos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) dieron a conocer la posibilidad de la existencia de un universo paralelo en donde las leyes de la física serían contrarias a las que conocemos, todo esto tras encontrar evidencia de un nuevo tipo de partícula -inclasificable de momento- que ha abierto el debate dentro de la comunidad científica en torno a esta hipótesis.

No obstante, otros miembros de la comunidad han pedido mesura en torno a esta afirmación y aunque reconocen que el descubrimiento es asombroso, únicamente se podría tratar de un nuevo tipo de partícula que aún no figura en el modelo estándar de la física de partículas.

En redes sociales la NASA se hizo tendencia ante la propagación del hallazgo que según refieren fue posible gracias a un estudio que realiza la NASA en el Polo Sur desde 2016, cuyo objetivo se basa en el registro sistemático de los rayos cósmicos que llegan al planeta del exterior, y que son captados por la Antena Antártica de Impulso Transitivo (ANITA).

Como parte de las investigaciones, el objeto situado a 37 metros sobre el suelo antártico, mediante un globo de helio, se encarga de detectar las partículas subatómicas que llegan a la Tierra con una fuerza increíble, acercándose a la velocidad de la luz y que son conocidas como neutrinos cósmicos de ultra energía (UHECR).

Al chocar con el hielo, estas partículas emiten ondas de radio tras la explosión de otras partículas secundarias en un fenómeno conocido en física como efecto Askaryan.

Sin embargo, en uno de sus vuelos, ANITA detectó un evento extraordinario en el que uno de esos neutrinos no produjo el efecto habitual de “choque y ruido”, sino todo lo contrario, como si dicha partícula estuviera emanando de la tierra hacia el espacio, lo cual en principio es imposible de acuerdo a las leyes físicas conocidas hasta el momento.

 

 

SJA