Fotografía: Nelly Téllez

 

Las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad de fomentar la movilidad académica entre sus estudiantes, mientras que los gobiernos deben invertir más recursos para lograrlo pues al hacerlo apuestan por profesionalizar a los jóvenes, quienes serán el motor del desarrollo social y económico en el futuro.

Carlos Humberto Jiménez González, coordinador general el Programa Delfín en México, explicó que la movilidad les permite a las y los jóvenes adquirir experiencias diversas tanto profesionales como personales, conocimientos que una sola institución no puede ofrecerle en uno o varios semestres a un alumno.

Indicó que a nivel nacional la movilidad estudiantil es un reto pendiente que está a la par de la generación de investigación, y la movilidad alienta la generación de proyectos, ya que cuando entran en contacto con nuevas experiencias y amplían su visión, esto les permite detonar la chispa de la innovación y detectar problemáticas a las que pueden dar solución valiéndose de combinar conocimientos y experiencias.

Si bien las instituciones de educación superior tienen la responsabilidad de formar integralmente a sus estudiantes, por sí solas no pueden darles todas las herramientas y aquí es donde interviene la movilidad, pues allí viven en situaciones que no se enfrentarían si se encuentran inactivos.

No obstante, refirió que para ello los gobiernos tienen un compromiso social y deben procurar junto con las instituciones del nivel superior lograr que cada vez más jóvenes tengan los recursos para hacer este tipo de acciones, porque al hacerlo significa que están invirtiendo en un desarrollo integral tanto a nivel personal como colectivo.

Jiménez González indicó que el beneficio es múltiple, pues se forman mejores profesionistas, mejores personas y con ello obviamente se producen cambios en la sociedad, porque estos jóvenes se vuelven difusores de nuevas visiones en pos de replicar únicamente lo mejor.

 

Video: Nelly Téllez

 

SJA