Fotografía: Especial

Entre todos los premios que otorgó la FIFA este lunes destacó la historia de Silvia Grecco, ganadora a la mejor afición del año, una mujer brasileña madre de un niño invidente cuya historia hizo rodar algunas lágrimas en la ceremonia, ya que ella narra los partidos del Palmeiras a su hijo Nickollas que es un apasionado del futbol.

A pesar de la condición de autismo y ceguera que sufre su hijo no es impedimento para que esta dupla que ha conquistado al mundo del futbol asista al estadio Allianz Parque del Palmeiras cada que su equipo juega de local, la flamante ganadora afirma que lo más emocionante de todo es poderle narrar los goles a su hijo.

Silvia dejó un claro mensaje de inclusión en su participaciín al ser nombrada ganadora, declaró lo siguiente: “Las personas con discapacidad existen y necesitan ser incluidas y respetadas. El futbol tiene ese poder”, con esto fue despedida con una gran ovación, mientras compartía escenario y aplausos con Nickollas.

 

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