Fotografía: Especial
La estudiante de la licenciatura en Desarrollo Sustentable de la Universidad Intercultural del Estado de Hidalgo (UICEH), Andrea Yocelín Mena Huilotl, logró representar muy bien al estado de Hidalgo y a su casa de estudios, pues esta misma semana recibió el título honorario de Guardiana del Territorio.
Gracias a su buen desempeño fue seleccionada para representar a la UICEH en el proyecto «Guardianes del Territorio» en el Centro de Educación Ambiental y Cultural “Muros de Agua-José Revueltas” ubicado en la Reserva de la Biósfera Islas Marías a 132 kilómetros de las costas del estado de Nayarit, antes centro penitenciario de Islas Marías.
Este proyecto es impulsado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) a nivel federal y su objetivo es fomentar el conocimiento, respeto y la protección de la biodiversidad, así como el patrimonio natural, social y cultural para generar conciencia y transformar las actitudes en favor de la conservación de la naturaleza para un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.
Hay que destacar que la alumna de esta universidad formó parte de la primera generación que estuvo integrada por 20 jóvenes estudiantes de siete estados de la República Mexicana, donde a lo largo de más de 10 días se les capacitó en diversos temas para garantizar el cuidado del medio ambiente y formar a las nuevas generaciones como las y los guardianes de la Madre Tierra, ya que se pretenden conformar más generaciones a lo largo de la administración federal.
Dado que esta semana concluyó satisfactoriamente el curso, ahora al regresar a su lugar de origen, el compromiso que adquiere la estudiante es el de convertirse en promotora e impulsora de la preservación y el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales de su comunidad a fin de replicar y transmitir lo aprendido.
Cabe mencionar que este proyecto forma parte de la transformación que sufrió del complejo ubicado en la Isla María Madre que durante 114 años operó como centro penitenciario y que por decreto firmado el 8 de marzo de 2019 se convirtió en un área natural protegida para la conservación y manejo de la reserva de la biósfera, ya que posee flora y fauna endémica.
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