Fotografía: Especial
Para que el desarrollo, producción y aplicación de cualquier vacuna pueda tener éxito se requiere de manera adicional y complementaria que el ser humano modifique las conductas que propician los brotes a fin de contribuir a combatir estos problemas de salud, pues las vacunas por sí solas no van a erradicarlos.
El mexicano, Arturo Reyes-Sandoval, es profesor-investigador en el Instituto de Jenner de la Universidad de Oxford comentó que una forma eficaz de combatir patógenos y epidemias de forma rápida es generar investigación científica y que la ciudadanía adopte nuevos hábitos, pues de lo contrario las enfermedades seguirán presentes.
Esto debido a que actualmente lidera un proyecto para el desarrollo de vacunas contra la malaria, el dengue, el chikingunya y el zika, donde de estos dos últimos, al ya tener cerca de cuatro años de trabajo, están en posibilidades de realizar las pruebas clínicas necesarias mismas que se habían proyectado para hacerse este año en el estado de Monterrey; pero por la pandemia se han retrasado estos trabajos y una vez que las condiciones lo permitan continuarán con este ensayo.
Pero refirió que aunque en los próximos años puedan tener lista una vacuna para el zika o chikingunya, si la gente sigue almacenando objetos o no hace limpieza en los traspatio para evitar que prolifere el mosquito difícilmente se podrá tener un buen control, situación que se puede aplicar para el covid-19 o cualquier otro virus.
Lo anterior durante su conferencia virtual «Desarrollo de vacunas» como parte de la estrategia CitnovaTalks que implementa el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (Citnova) para la promoción de la ciencia y la tecnología.
SJA