La motivación dentro de mi equipo.

Es muy común que nos digan, “No se cómo motivar a mi equipo” y lo primero que me gustaría comentar sobre esta preocupación es que a las personas no se les puede motivar. La motivación es interna pues cada uno de nosotros, tiene razones diferentes que nos hacen comprometernos y hacer las cosas. Sin embargo, lo que sí podemos hacer como emprendedores y empresarios es incentivar a nuestro equipo.

Ahí viene la siguiente duda que nos surge: ¿cómo los puedo incentivar?

La mayoría de las veces, lo primero que se nos puede venir a la mente es pensar en un aspecto económico y quiero decirles que este es uno de los más grandes y graves errores que podemos cometer. El dinero no lo único que mueve a las personas y si nosotros como líderes de nuestros equipos solo queremos hacerlos de esta manera, lo único que estamos generando serán barriles sin fondo. ¿A qué me refiero con barriles sin fondo? A que estaríamos creando personas que al solicitarles que hagan algo, siempre nos van estar pidiendo dinero. Quizás hoy sea un poco, luego otro poco más, pero ese “poquito” y “poquito” sería algo que no se puede mantener en el largo pazo. Esta solución de incentivos monetarios, es un curita a un plazo extremadamente corto. Si queremos que nuestras empresas continúen, debemos pensar en aquellas soluciones a largo plazo.

Me gustaría aclarar que con lo anterior, no estoy diciendo que esto no sea una opción, simplemente que no es la única. Es la combinación de varios incentivos y beneficios los que nos darán el éxito con nuestros equipos y por ende con nuestra organización.

Entender a nuestro equipo, realmente conocerlo es lo que nos ayudará a saber qué es lo que los mueve a cada uno de ellos. Cada persona dentro del equipo es alentada a hacer algo cada día por distintas cosas, razones y situaciones. Por ejemplo, hay personas que son movidas por el tiempo libre que puedan obtener. Es decir, una forma de reconocer su trabajo es al darles un espacio para que hagan actividades personales. Y esta se convierte en una recompensa para seguir comprometidos con la empresa y sus objetivos.

En medida en que nos demos tiempo y la oportunidad de escuchar a cada uno, es como podremos generar mejores incentivos y recompensas y así lograr que realmente tengamos equipos de alto rendimiento.

En algunos ambientes los incentivos sociales son importantísimos. Es decir, reconocer públicamente los logros que han obtenido. Esto puede ser a través de comunicación interna, un nombramiento, la asignación de algún espacio de trabajo que represente un avance en el organigrama o un premio entregado en un evento donde el resto de los compañeros puedan reconocer su logro.

Y claro el incentivo económico como parte de las alternativas, siempre el que como colaboradores podamos contar con un dinero extra será una buena alternativa. Aunque reitero, que no sea la única forma. Muchas veces puede ser una mezcla, pero sobre todo es la forma en qué y cómo se entrega. Con lo anterior me refiero a que como líderes podamos entregar este incentivo personalmente y dar las gracias por el esfuerzo adicional, explicando cuales son las razones y los logros puntuales que lo han llevado a ganarse este bono. Esto también a su vez permite y ayuda a la misma alineación de las personas con su equipo y con la organización.

Así como cuando una persona comete errores y debe haber consecuencias, incentivos y recompensas deben existir para los que hacen bien su trabajo y están comprometidos con él y la organización. Estos refuerzos que damos, a veces negativos para también positivos, deben ser claros, precios y lo más importante: de personas para personas.

Recordamos que cuando queremos estandarizar demasiado alguna practica e implementar algo de manera uniforme para todo nuestro equipo, solo lo estamos dañando más y por ende a nuestra propia organización. Al hacerlo así, estamos generando que se pierda ese sentimiento de reconocimiento y no lograremos esta conexión que deseamos y buscamos buscar entre las personas y las metas de la compañía.

Reconocer a las personas por sus esfuerzos adicionales es más que elemental y vital dentro de una empresa. Esto refleja que las metas de la empresa se están volviendo metas personales y eso es invaluable. Dicho de otro modo son personas que tienen la camiseta más que puesta. Tener personas así, comprometidas con la organización, es un gran logro pero esto no es posible o que continúe si nosotros no hacemos un gran esfuerzo diario para que sea así. Este esfuerzo es una nuestras principales labores que muchas veces no vemos o comprendemos. Somos nosotros los porristas de nuestros equipos para que juntemos lleguemos a ese grande meta.

 

 

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