Calle de Doria en 1917

Conocida hasta el 1878 como “Calle del Comercio” por considerarse que juntó con las tres primeras manzanas de la de Guerrero –desde la hoy Escuela Justo Sierra hasta el cruce con la de Doria– eran las arterias donde se establecieron los nuevos comercios, abiertos después de la gran bonanza minera de 1851.

Sólo dos tramos de esta arteria fueron ocupados por negocios de muy diversa índole, ya al llegar al atrio del otrora templo de nuestra Señora De Guadalupe –hoy salón de actos Baltasar Muñoz Lumbier de la Universidad Autónoma de Hidalgo– lo empinado de su cauce impidió el establecimiento de más comercios.

Un antiguo plano de la ciudad realizado hacia 1867, nos permite saber qué había entre las Plaza de las Diligencias –hoy de la Independencia– un total de 29 negocios, entre ellos el Mesón de Peregrinos cuya fachada abarcaba prácticamente la mitad de la segunda manzana, hostería que cobro gran fama por recibir a los cientos si no miles de peregrinos que acudían al santuario del Señor de Maravillas en el vecino municipio del Arenal.

La toma nos permite identificar una docena comercios, en la esquina sur, la Droguería y Farmacia El Fénix, que era una de las tres más surtidas de Pachuca; en la acera norte, se destaca la pulquería “La Serpentina” que era surtida del mexicano neutle, por la Hacienda de la Concepción –como se leía en un anuncio colocado en su fachada– enseguida se encontraba La Violeta, otra pulquería y cantina, en tanto que en la acera sur después del Fénix, se puede observar una pequeña tienda de abarrotes, una sastrería, una panadería “El Moro” una lechería, a cuyas puertas una recua cargada con tambos del blanquecino líquido, operaba su operación de descarga, finalmente se encontraba la gran tienda “la Gran Economía”.

El nutrido número de mercaderes y marchantes rebela la importancia de aquella vía pública, que formó parte por cierto del llamado “caminito de gloria”, por ser la senda de obligado recorrido para los estudiantes de Instituto Científico Literario del Estado, que al fondo parece presidir al conjunto urbano.

Al operarse entre 1878 y 1880, la nueva nomenclatura de la ciudad, el gobierno del General Rafael Cravioto, quiso dignificar el nombre de quien fuera el primer Gobernador –Provisional– del Estado al imponer su nombre esta importante vía pública de la capital del Estado, cuyo segundo tramo, formó parte del “Barrio Estudiantil”.

Tales son los recuerdos que llegan por la vía de retina de esta placa tomada en el año de 1917.

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